Los que hayais visto En la Casa recordareis la escena en la que el profesor de literatura que interpreta Fabrice Luchini se queja amargamente de los alumnos de hoy en dia mientras corrige unas redacciones sobre el fin de semana. «El sábado me la pasé bien, el domingo no» dice una, «mis padres me quitaron el celular» se puede leer en otra. Más tarde encuentra una maravilla de redacción en la que un alumno describe la vida familiar de un compañero de clase. No nos desviemos del tema, Spring Breakers pertenece al estilo de las dos primeras redacciones, pertenece a la nada.
Confiábamos en que Korine haría de Killer y nos encontramos con una peli lírica de canis y ni siquiera para canis poblada por los personajes más planos que han pasado por la pantalla últimamente. Independientemente del mensaje, lo que nos llega nítido es que Spring Breakers es una película aburrida que puede hacerse insoportable.
Y es que la película no funciona ni como pasatiempos. Esperaba en el peor de los casos encontrarme con una peli superficial y entretenida, fast food de domingo tarde, pero lo peor es que esa forma de filmar del amigo Korine aspira a tener pretensiones para que algún crítico borracho o con ausencia de una vida sexual estable escriba «un retrato sobre esta generación perdida debido al…». Humo, nada más que humo.
Y es que cuesta hacerse a una película cuando el espectador no es capaz de empatizar ni de lejos con ninguno de los personajes. Ni siquiera dan lástima. En el apartado técnico la película tampoco destaca. La dirección artística es cutre, busca la modernidad y el resultado queda francamente antiguo para cualquiera que conozca la MTV. Para ver fiestas salvajes ya tenemos Project X.
Otro de los pecados del retratista de vidas residuales Korine es tomar a los espectadores por tontos. Los personajes repiten y repiten sus últimos parlamentos, lo que hace pensar que esta oda a la desidia podría haberse quedado en un mediometraje eliminandonos el poblado costero de bises y la repetición de primeros planos de pechos femeninos, pectorales y nalgas.
Durante su visionado, llegó un momento en el cine en el que las caras de estupor de los espectadores le robaron la atención al filme. Parece que todo el mundo estaba esperando a alguien que lanzara su litro de Coca cola industrial contra la pantalla al grito de «A la mierda». En la sala solo había parejas. Imagino a muchas de ellas en la primera cita despidiéndose con un «ya si eso te llamo» traumatizadas por el visionado de este despropósito.
He de reconocer que como si de una película de horror se tratara, me tape los ojos en un par de momentos. Se hace duro ver a James Franco con piños de oro tocando al piano una versión de Britney Spears. No lo pasaba tan mal desde el momento bipolar de Tobey Maguaire en la tercera entrega de Spiderman.
La teoría de la mierda empaquetada
Korine y algunos críticos se escudan en el mensaje para defender y alabar el filme. Lo explicaré brevemente. Yo puedo regalarle a un amigo una mierda en una caja con papel de regalo. Le puedo decir a mi amigo que es una crítica al consumismo, a esa manía que tiene la sociedad de regalarse cosas unos a otros y que luego desemboca en tramas como la de Gürtel. Mucho sentido y lo que querais, pero aquí estamos para analizar el regalo, más allá de las pretensiones del amigo, y el regalo es lo que es, un zurullo, un mojón, un excremento sólido, por muy cool que sea el papel en el que está envuelto.
Es imposible no relacionar esta película con la disfrutable Piraña 3D, eso si que son tetas y culos no exentos de crítica y parodia. Las pirañas que invaden el Lago Victoria en la película de Alexandre Ajá hubieran dado un final digno a Spring breakers devorando a los personajes y al equipo técnico de la trasnochada y tardía película Korineana.
Es una pena no poder salvar a ningún tripulante de este naufragio. Cualquier capítulo de Jersey o Gandía Shore se mea en la cara de esta película. Esteis de acuerdo o no espero que os haya llegado cristalino el mensaje: Teneis que hacer una sesión doble con En la casa y Piraña 3D, dos grandes cintas de autores franceses.
Calidad de la leche: Leche en polvos