Lo peor del cine adolescente de los 90

por Raquel Ortega-Martínez

Ah, ese maravilloso cine adolescente de los 90, el último eslabón entre el impecable cine pubescente de John Hughes en los 80 y el desparrame sosaina y sin sentido que vendría a partir del año 2000. Si bien hubo películas para adolescentes notablemente buenas en la década de los 90  (‘Mallrats’, ‘Scream’, ‘Las vírgenes suicidas’, ‘Cry Baby’, ‘Movida del 76’, ‘Los chicos del barrio’, ‘The Faculty’, ‘Academia Rushmore’, ‘Election’,…) lo mejor del género quinceañero son esas películas tan malas que nos encanta odiar.

5- ‘Ya no puedo esperar’ (1998)

Espero que seáis de aquellos que sí pudieron esperar y os hayáis librado de ver una película que representa lo peor de lo que es considerado como cine para adolescentes: un revoltillo de lo mejor de John Hughes en los 80 y de los clichés más trillados sobre la vida en un instituto norteamericano. Predecible, sosa y carente de interés, sobre todo porque intentó de manera muy forzada ser la película definitoria de una generación. Ahá, ya.

Caras secundarias conocidas para aburrir, eso sí: Jennifer Love Hewitt, Ethan Embry, Peter Facinelli, Lauren Ambrose, Seth Green, Freddy Rodríguez, Sean Patrick Thomas, Jason Segel, Jaime Pressly, Selma Blair, Eric Balfour, Clea DuVall, Melissa Joan Hart… e incluso el niño protagonista de ‘Hook’, Charlie Korsmo.

La película, al menos, otorga un punto de originalidad al empezar donde el resto de comedias adolescentes terminan, tras el baile de graduación. Historias paralelas que se entrelazan, amores de instituto nunca confesados, amigos que se prometen amistad eterna a pesar de que uno vaya a estudiar a Minnesota y el otro a Kansas, adolescentes obsesionados por perder la virginidad,… Nada nuevo a este lado del Mississippi.

4- ‘Comportamiento perturbado’ (1998)

Sin duda uno de los puntos más bajos en los que cayó el cine adolescente de pseudo-terror que tan de moda se puso a finales de los 90: James Marsden interpretando una vez más su papel de guaperas oficial con corazón de oro y Katie Holmes intentando sacudirse de encima a la buena de Joey Potter con un papel de chica asocial y llena de piercings y tatuajes… y fracasando estrepitosamente. Bajo esta premisa, ¿cómo iba a funcionar esta película?

Su argumento podría resumirse en la moraleja que intenta transmitir y con la que tan de acuerdo estarían las facciones más conservadoras: adolescentes del mundo, desobedecer a vuestros padres está mal, ser promiscuo está mal, tomar drogas está mal, sacar malas notas en clase está mal. ¿No sería muchísimo mejor que os sometieseis a un lavado completo de cerebro que os permitiese ser mucho más felices y azulados?

Si bien la película tiene un buen comienzo con los personajes de Katie Holmes y Nick Stahl sumidos en la paranoia en un instituto que pondría los pelos de punta a cualquiera, el desarrollo de la historia se va desmoronando poco a poco hasta desembocar en un final absolutamente demencial que deja lugar a una posible continuación. Menos mal que a nadie se le ocurrió rodar una segunda parte.

3- ‘Aún sé lo que hicisteis el último verano’ (1998)

Reconozcamos que ésta es una de esas películas que disfrutamos poniendo verde, una cinta de terror adolescente que intentó igualar a la impecable ‘Scream’ y se quedó a medio camino. Aún así, es un entretenimiento palomitero divertido que disfrutamos mucho en los 90. Sin embargo, su totalmente prescindible segunda parte se rodó única y exclusivamente para hacer disfrutar al adolescente pajillero de medio mundo con el estupendo escote de Jennifer Love Hewitt. O al menos eso creo yo, porque si no no entiendo cómo se atrevieron a rodar semejante disparate.

No sólo la película no daba miedo, sino que encima rallaba el esperpento. La primera parte tenía un hilo argumental rudimentario, pero que se mantenía de manera más o  menos sólida: grupo de adolescentes borrachos matan a un hombre en la carretera y un año después les persigue un asesino maníaco enfundado en un chubasquero. Previsible, pero entretenida. ‘Aún sé lo que hicisteis el último verano’, sin embargo, no es más que una concatenación de sangre falsa y asesinatos absurdos sin orden ni concierto ni lógica ni guión ni nada de nada. Lo cierto es que los personajes son irritantes hasta la naúsea y te pasas media película deseando que se los carguen.

Lo verdaderamente terrorífico de esta película es que alguien se atrevió incluso a rodar una tercera parte, ‘Siempre sabré lo que hicisteis el último verano’, que, afortunadamente para todos, fue directa al videoclub sin pasar por los cines antes.

2- ‘The rage: La ira (Carrie 2) (1999)

Alguna cabeza bienpensante de Hollywood decidió que la mejor manera de aprovechar el tirón del cine de terror adolescente de finales de los 90 era hacer una segunda parte de la estupenda y terrorífica ‘Carrie’. Espero que alguien despidiese a semejante lumbrera.

Si bien la película tiene dos o tres detalles que la conectan con la original (el personaje de Amy Irving, por ejemplo), más bien deberíamos estar hablando de un remake que aprovechó claramente el tirón del título. Durante 90 minutos da la sensación de que estamos presenciando un drama de los de Antena 3 sobre una adolescente acosada por sus compañeros de instituto. Solamente al final asistimos a un baño de sangre que intenta ser gore pero resulta más bien cómico y que más bien parece una excusa para suplir los evidentes agujeros en el guión.

Vale, reconozcamos que Emily Bergl daba miedo, mucho miedo, pero la película era tan lamentable y sus diálogos tan penosos que es difícil explicarlo con palabras. Dejémoslo simplemente en que Rachel, la protagonista y sufrido objeto de burlas de sus compañeros, asesinaba pobres adolescentes lanzándoles CD’s con el poder de su mente.

Chloë Grace Moretz y Julianne Moore han rodado un remake (esta vez sí) de la ‘Carrie’ original a las órdenes de Kimberly Peirce, directora de la excelente ‘Boys don’t cry’ y la olvidable ‘Stop-Loss,’ que se estrena en 2013. Esperemos que esta vez sí se le pueda hacer algo de justicia al clásico de Brian De Palma.

1- ‘Colega, ¿dónde está mi coche?’ (2000)

De acuerdo, técnicamente esta película no pertenece a los 90, pero es tan sangrantemente mala que merece el honor de ser incluida en esta lista. Hay películas decididamente estúpidas que de tan malas acaban siendo buenas. ‘El diablo metió la mano’ (1999) es uno de los mejores ejemplos en los 90. Pero ésta… supongo que hay que estar en un estado etílico muy elevado para que la historia te haga un poco de gracia.

Ashton Kutcher y Seann William Scott  se convertían con ‘Colega, ¿dónde está mi coche?’ en los nuevos Antonio Resines. O en los Bruce Willis, si os gustan más los símiles hollywoodienses. Es decir, especialistas en repetir el mismo papel una y otra vez. Kutcher con el de Kelso en ‘Aquellos maravillosos 70’; Scott con el de Stifler en ‘American Pie’.

¿Os acordáis de ‘Dos tontos muy tontos’? Maravillosa y apoteósica comedia de lo absurdo con cuyo ejemplo ‘Colega, ¿dónde está mi coche?’ intentó seguir para acabar ofreciendo una película todavía peor de lo que se espera viendo el tráiler. Lo más trágico del asunto es que muchos de nosotros llegamos a pagar por ver ésto en el cine.

Tías buenas metidas a la fuerza para enganchar al público masculino, juegos de palabras disparatados (¿os recuerdo la escena de los tatuajes?), invasiones alienígenas, strippers transexuales,… En fin, un despropósito de principio a fin.

Top Vacuno: Créditos iniciales

Hay muchas opciones para empezar una película. Desde los sencillos créditos iniciales de Woody Allen a la omisión total o parcial de presentaciones. Sea como fuere, esta intro que responde al «¿quién?» es parte del ritual cinéfilo. A la espera de vuestras opiniones, os contamos cuales son nuestros favoritos:

 

5. Pi (Fe en el caos)

Los créditos iniciales de Pi son la síntesis perfecta del estilo Aronofsky/Mansell, que posteriormente viviría su plenitud artística en el viaje alucinante al fondo de la mente que supuso Requiem por un sueño. Títulos acelerados de efecto hipnótico para presentar una película que va directa al cerebro.

 

4. Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres (Versión Fincher)

Si antes hablabamos del tandem Aronofsky/Mansell ahora habría que hablar de otra pareja director/compositor igualmente exitosa: Fincher/Reznor. El director de Seven y el lider de Nine Inch Nails se hicieron uno para oscarizarse posteriormente en La red social. Para su comienzo del nuevo Millenium optaron por una intro videoclipesca de derroche abstracto, visceral y  creativo. Todo esto bebiendo de Led Zeppelin y con la colaboración de Karen O, lider de Yeah Yeah Yeahs. Todo un acierto para olvidar de un montajazo la versión nórdica.

 

3. Balada triste de trompeta

Para su gran metáfora sobre la transición, el director bilbaino optó por contarnos la historia de España mediante imágenes, golpes bizarros y música de semana santa. El resultado es atronador.

 

2. Se7en

Los desconcertantes títulos de Seven trajeron consigo una revolución en la forma de titular. Apostando por el hipnotismo y la música psicofónica, se mezclan recortes, sombras, letras, tinta, páginas… Una intro perfecta de lo que sería una larga investigación sobre unos crímenes nada comunes. El resto ya es historia.

 

1. Watchmen

Aquí se mezclan cuatro cartas de peso: El comic de Alan Moore, la música de Bob Dylan, el preciosismo de Zach Snyder y la historia de Estados Unidos. Probablemente, los mejores creditos iniciales de la historia…

 

 

Estas son solo nuestras propuestas. Ahora para cerrar el círculo estaría bien saber cuales son vuestros favoritos.

Top 5 vacuno de Mel Gibson Enfurecido

Que si escucho lo que piensan las mujeres, que si tengo una marioneta con la que hablo… No y mil veces no. Nos gusta el Mel Gibson que se alimenta de odio y venganza, el que tras una matanza solo piensa en el fin, nunca en los medios, el que no se arrepiente. Y ese subgénero tiene un nombre: Mel Gibson Enfurecido. Hemos elaborado un Top 5 vacuno con lo mejor de la mala leche Gibsoniana.

5. Rescate, de Ron Howard. USA, 1996, 121 min.

Secuestran al hijo del tio Mel, y no, como comprendereis no iba a llamar a Paco Lobatón. Mel Gibson no llama a la policia, es la policia. Así que nada mejor que ir a un plató de televisión y ofrecer dinero… ¿por el rescate? No… ¡¡Por la cabeza del secuestrador!! ¿No es genial? Lástima que visto el trailer… Vista la película.

Calidad de la leche: Lleva unos dias fuera del frigorífico…

4. Conspiración, de Richard Donner, USA 1997, 135 min.

En esta ocasión encarna a un taxisto neoyorkino que ve conspiraciones hasta en la cola del super. Sin ser una obra magna, ni mucho menos, entretiene bastante, y eso a pesar de contar con Julia Roberts en el reparto, actriz con efecto somnífero, y eso es mucho decir.

Calidad de la leche: Potable

3. Vacaciones en el infierno (Get the Gringo) de Adrian Grunberg, USA, 2011, 95 min.

Esta aventura bien podía haberse titulado Mel Gibson en México. Interesante excursión de un ladrón por una de las decadentes prisiones mexicana. El papel de gringo astuto le va como anillo al dedo.

Calidad de la leche: Buena

2. Al límite (Edge of darkness) de Martin Campbell, usa 2010, 117 min.

Película que pasó timidamente por salas y fue injustamente infravalorada. Aquí Mel encarna al agente Thomas Craven, un padre coraje que intenta resolver el asesinato de su hija. En ese descenso a los infiernos de la corrupción se verá envuelto en una conspiranoia de complicada resolución. Gibson traspasa la pantalla con una presencia extraordinaria.

Calidad de la leche: Se ve que esas vacas no han pasado hambre.

1. Payback, de Brian Helgeland, USA 1999, 90 min.

Esta remake de A quemarropa es el máximo exponente del subgénero Mel Gibson Enfurecido. En ella, el actor emprende una matanza por una deuda de un puñado de dolares, venganza que llevará hasta sus ultimas consecuencias. Filme a reivindicar con un Gibson completamente desatado, no en vano su eslogan reza «Ya se acabó lo del buen chico». 90 minutos de altura.

Calidad de la leche: Recien ordeñada

Mel Gibson lindo y querido

Vacaciones en el infierno (Get the Gringo) de Adrian Grunberg, USA, 95 min.

He visto cosas que vosotros no creeriais… He visto a Mel Gibson apuntar con un arma a ritmo de Manu Chao. Esa es la conclusión a la que llego tras ver «Vacaciones en el infierno», el narcocorrido del actor australiano.

Mientras los Pacino, De Niro o Hoffman se decantan por posar en la película, aparecer en los títulos de crédito e ingresar dinero en la cuenta corriente, el tio Mel sigue optando por disfrutar de la profesión. No solo protagoniza la película del debutante Adrian Grunberg, también produce y participa en la escritura del guión. Por si eso no es suficiente, también se atreve con el español, y es que digamos que es junto al inglés, el idioma cooficial del filme, por lo que se antoja obligatorio verlo en versión original. Aunque digamos que el castellano de Gibson… Aún necesita unos cuantos veranos en Salamanca al estilo Gwyneth Paltrow.

Centrémonos en la trama. A grandes rasgos se trata de un ladrón estadounidense que por circunstancias de la vida digamos, termina en una prisión de Ciudad Juarez. Se trata de un tipo de carcel que poco a nada tiene que ver con las prisiones made in USA a las que tan acostumbrados estamos. «El pueblito», sobrenombre del penal, se acerca más a lo que sería un poblado chabolista que a una prisión al uso. Gibson intentará reconducir la situación en mitad de un vertedero controlado por las mafias.

Lo mejor de la película sucede en su primer tercio. El arranque, rodado de forma trepidante, es espectacular, y las primeras horas de Gibson en Mexico y en El Pueblito enganchan por completo. Aunque el guión flojea en su llegada al nudo, nos deja por el camino grandes momentos que no os voy a spoilear.

Mexico se convierte en un personaje más de la función. La ambientación aparece como uno de los puntos fuertes del filme. Se agradece el buen rendimiento de los secundarios, latinos o no. Como decía al principio del texto, la música aporta un toque especial. De Los fabulosos Cadillacs a Manu Chao, pasando por cumbia o Narcocorridos.

Adrian Grunberg realiza un buen trabajo, y se presenta como un director de ideas claras que sabe donde poner la cámara, aunque con un Gibson tan metido en la producción y en el guión, no sabemos hasta que punto vemos Grunberg y hasta que punto vemos Gibson. No hay que olvidar que quien fuera William Wallace gritando libertad, ha dirigido filmes de la talla de Braveheart o Apocalypto.

En definitiva, estamos ante una película, que aunque no es redonda, nos ayudará a pasar un buen rato. Llega a los cines españoles el 26 de octubre, fin de semana previo a Halloween, en el que tendrá que combatir con la esperada Argo, de Ben Affleck, y las terroríficas La cabaña del bosque, La casa muda y Silent Hill: Revelation.

Aquí podeis ver el trailer:

Calidad de la leche: Buena

Una de juicios

Dredd, de Pete Travis, 2012, Gran Bretaña, 95 min.

El Juez Dredd regresa en 2012 para aniquilar de nuestras memorias la versión stalloniana de 1995. No es fácil, e intuyo una floja taquilla en España como consecuencia del efecto Deja vu y el desconocimiento de una realidad, el superjuez de Mega City tiene su origen en el comic británico 2000 AD. No estamos ante un remake, estamos ante una nueva adaptación.

La dirección corre a cargo del mancuniano Pete Travis (Omagh, En el punto de mira, Endgame), que opta por ahorrarnos la presentación de personaje, tan típica en las adaptaciones de comic, y colocar a sus protagonistas en el ojo del huracán. El arranque es espectacular, con un motorizado Dredd que recuerda a Akira, para dar paso a lo que se convertirá en una Buddy Movie mixta de la división Jedi/Joven Padawan. No hay que olvidar un detalle importante, estamos ante un drama judicial, el mejor de la última década. Los juicios rápidos se suceden cambiando la habitual sala de audiencias por un bloque a caballo entre la también british «Attack the block» y «The raid».

La película vence en el terreno artístico gracias a la ambientación y al muy cuidado vestuario del juez. La estética Ciberpunk domina en un mundo cercano a Blade Runner o al Detroit de Robocop. Con esta última guarda varias similitudes, sus protagonistas comparten carisma y putoamismo. La banda sonora gustará a aquellos que recuerdan con una sonrisa partituras como las de Mortal Kombat o Blade. Hay un DJ en la sala, y por suerte no es Paquirrín. A estos ingredientes hay que sumarle el aroma procedente de Serie B. El uso de la huperviolencia gana enteros gracias al uso del slow motion de la escuela Wachowski/Snyder.

Al frente del reparto, Karl Urban con casco y tarjeta SIM incrustada que responde con eficacia. Se agradece que parte del peso recaiga en Olivia Tirlby y que no se haya optado por un protagonista absoluto, en la antagonía encontramos a Lena Headey, tronista y Connor en serie a la que ya vimos en 300.

Estamos ante una buena muestra de género, un ejemplo de ritmo, que reinicia nuestra idea del Juez Dredd y que esperamos sea el comienzo de una gran saga. Se echaba de menos una figura emergente en territorio devastador. El veredicto para Pete Travis es inocente, aunque su película no lo sea en absoluto. Eso si, podemos condenarle a realizar por lo menos una secuela, veamos hasta donde puede llegar. Ahora solo falta ver que opina el jurado.

Calidad de la leche: Buena

No es el Borbón… Es el Bourbon

He encontrado esta curiosa imagen en la última película protagonizada por Mel Gibson, titulada Get the Gringo (Vacaciones en el infierno) y cuya acción se desarrolla en Ciudad Juarez (México). El cartel publicita una marca de Bourbon llamada SanSans, pero en Google no he encontrado nada al respecto. ¿Promo real o mensajito al Bourbon? Perdón al Borbón… No vaya a ser que me cierren el blog a los dos días de vida. Sobre Vacaciones en el infierno, cuyo estreno está previsto en España el día 26 de octubre, hablaremos más adelante.

Rojo sobre blanco

The Grey (Infierno Blanco) de Joe Carnahan, 2o11, USA, 117 min.

«Mirad, yo os envio como ovejas en medio de lobos» Mateo 10:16

Joe Carnahan se pone serio y se desplaza hacia la nieve para resarcise del fracaso que supuso «El equipo A». Quien fuera Hannibal Smith a sus órdenes, Liam Nesson, lidera a un ejercito de inadaptados en su travesía hacia la supervivencia.

El subgénero del cine survivor se divide en dos grandes bloques: La humanidad contra los elementos y El hombre y la tierra. En el primer grupo encontramos una historia entre la desesperación colectiva, provocada por el cambio climático, la amenaza de un meteorito o los siempre incómodos marcianos. En el segundo bloque, un hombre o un grupo reducido de estos, intenta sobrevivir en plena naturaleza. «The grey», titulada en España «Infierno blanco» pertenece a esa facción, en la que también encontramos títulos como «El desafio», con guión de David Mamet. En esta ocasión un grupo de trabajadores del petróleo intentarán sobrevivir entre nieves y bosques tras un accidente aéreo.

Carnahan se puso manos a la obra alejándose totalmente de la película que le colocó en el mapa cinematográfico, Ases calientes. En esta ocasión se sustituye el gamberrismo por tensión. En sus dos horas de metraje la película pasa por varios estados. Durante su primera mitad se pasea sin demasiado éxito por lugares comunes, y solo la presencia de un todopoderoso Neeson consigue marcar la hoja de ruta. A partir de ahí encuentra el camino para ir claramente de menos a más, y es que no es fácil caminar sobre la nieve.

Siempre hay una amenaza externa, y en este caso se trata de una manada de lobos que intentará menguar el número de vidas. Su presencia se va convirtiendo en una amenaza más mística que real con el paso de los minutos, lo cual hace que la peli suba un escalón. En ese punto, Carnahan consigue sacar lo mejor de los personajes y sacar partido a una fotografia que tiene mucho donde nutrirse. Los acertados movimientos de cámara en las escenas de acción también ayudan a un resultado final, que si no alcanza un notable, salva con creces los muebles.

Calidad de la leche: Buena