Tras cuatro nominaciones fallidas, Leonardo DiCaprio, protagonista de Critters III) se convertirá este domingo al fin en un actor Oscarizado, lo cual, lejos de alcanzar la añorada gloria, le convertirá en un actor más.
Desde su tercera nominación sin premio, el actor se ha convertido en un auténtico fenómeno viral que colecciona Memes y Trending Topics en cada ocasión perdida. Cada Oscar perdido solo ha hecho más grande su leyenda. El domingo toda esa leyenda se desvanecerá, y el Oscar le equiparará a otras «figuras» como la también oscarizada Sandra Bullock.
Lo bueno es que se acaba así la historia de una obsesión que el actor ha llevado en silencio. En los últimos 15 años DiCaprio solo ha interpretado dos personajes que estarían fuera de la consideración de la academia, el de Origen y el de Red de mentiras. El resto eran papeles minuciosamente seleccionados para alcanzar la preciada estatuilla. Y peor aún, en cada una de las 13 ocasiones ha estado bajo las órdenes de directores consagrados. Ni una sola oportunidad para los nuevos creadores, lo cual creo que es la prueba inequívoca de esta teoría.
La lista de DiCaprio
Gangs of New York (2002)
Atrápame si puedes (2002)
El aviador (2004) Nominado
Diamante de sangre (2006) Nominado
Infiltrados (2006)
Red de mentiras (2008)
Revolutionary road (2008)
Shutter Island (2010)
Origen (2010)
J. Edgar (2011)
Django desencadenado (2012) Nominado
El gran Gatsby (2013)
El lobo de Wall Street (2013) Nominado
El renacido (2015)
Un oscar por compensación
Además, el Oscar a DiCaprio por el Glass de El renacido responde al conocido método académico de Oscar por compensación. Un premio por acumulación de méritos en anteriores oportunidades. Algo como completar la cartilla de puntos de la sartén del EROSKI, aunque luego tengas que pagar 8 euros para conseguirla. Nadie puede negar que DiCaprio lo hace bien, pero estamos ante una interpretación física. Todos sabemos que gritar y agonizar no es lo más difícil para un actor. De premiar a alguien habría que premiar al equipo de maquilladores, o como muchos indican, al oso al que se enfrenta el actor. Lo mejor de su interpretación es que es la mejor metáfora de su sacrificio hasta conseguir la ansiada estatuilla.
A partir de la ceremonia esperamos ver más riesgos es la carrera de un actor que va a tiro fijo, todo esto contando con que el segundo oscar no se convierta en una nueva obsesión.