JALOGÜIN: Las mejores películas españolas de terror para este Halloween

Reconozcámoslo, a algunos espectadores el cine español ya les da miedo de serie (que se lo pregunten a algún ministro…). A pesar de eso el terror español existe, y existe con una salud un tanto irregular. La calidad media no es espectacular, pero de vez en cuando, entre bodrios como Afterparty o El callejón, aparece alguna joya. El género aún está por explotar. Vale que en la península no hay celebraciones que se presten tanto al terror como la noche de Halloween, pero no me negareis que fiestas como la Semana Santa acojonan y mucho. Haber material hailo.

MEMORIAS DEL ÁNGEL CAIDO

 memorias del angel caído

Merece la pena reivindicar esta película dirigida en 1997 por Fernando Cámara y David Alonso, una de las mejores del género y posiblemente una de las más desconocidas. La trama es un poco Cuarto milenio con tintes satanistas. Un milagro en una parroquia que trae la desgracia a la comunidad. A partir de ahí sectas satánicas, hostias malditas, muertos que reviven… El casting es de primer nivel interpretativo: Hector Alterio, Santiago Ramos, Emilio Gutierrez Cava, Tristán Ulloa, Juan Echanove y Jose Luis López Vazquez. Casi nada. Al igual que la también interesante La hora fría, pide a gritos un remake.

LOS SIN NOMBRE

Los sin nombre balagueró

Antes de alcanzar la gloria con REC, el director Jaume Balagueró ya había alcanzado el reconocimiento. Y lo hizo en su inmensa ópera prima, hablando de sectas, del mal, de los otros, de los sin nombre. Para el recuerdo quedará el brillante secundario que interpreta Carlos Lasarte. Da miedo.

¿QUÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO?

 Who-Can-Kill-a-Child

Esta es posiblemente la película más aterradora de la historia del cine español. Y es que ni el mejor maquillaje protésico es capaz de superar el pánico que infunden los niños de este filme. Se trata de una terrorífica vuelta de tuerca al turismo inglés en tierras españolas. No todo iba a ser fiesta y diversión. Imprescindible. Dirige Narciso Ibañez Serrador.

1.       LA CABINA

la cabina jose luis lopez vazquez

Vale he hecho trampas, puesto que La cabina es un mediometraje y no un largo, pero es sin duda uno de los mejores mediometrajes que ha dado la historia del cine, no solo español. La idea es sencilla: Un tipo se queda encerrado en una cabina. Lo que al principio parece cómico acaba danto pavor. A tomar por culo Gravity o Enterrado. Esto es cine en mayúsculas. Inmenso José Luis López Vazquez, que repite en el ranking. Esta es la respuesta a que ya casi no veamos cabinas cerradas.

Clásicos básicos

En esta lista he dejado fuera algunos clásicos básicos como El día de la bestia, REC, Tesis, Los Otros o El orfanato, que doy por hecho que ya son de sobra conocidas. Si os queda alguna… Nunca es tarde.

La vida de Adele: El Azul es un color cálido. Capítulos 1 y 2. La adolescencia en 180 minutos.

Reconozco que ver hoy en el día una película de 180 minutos sin hobbits ni nada de eso es cuando menos arriesgado. Aún así me he acercado al cine atraído por las buenas críticas, la polémica y el peso de un galardón llamado Palma de Oro en el Festival de Cannes. Aunque la Palma de 2012, titulada pretenciosamente Amour (Amor y encima en francés) me pareció un tostonazo light de dimensiones Hanekianas.

Comienza la película y ya vemos por donde va a tirar el director franco tunecino Abdel Kechiche. En los primeros minutos observamos el uso y abuso del primer plano, molesto por repetición, pero cuando dejamos de ser conscientes y nos acostumbramos Kechiche ya nos tiene donde quiere. A partir de ese momento seremos Adele, comeremos espaguetis como come Adele, Beberemos vino blanco como bebe Adele, nos enamoraremos como se enamora Adele e incluso follaremos como folla Adele. ¿Y quién es Adele? Adele es simplemente una adolescente de 17 años. Ni tiene superpoderes, ni la ha mordido un zombie ni se transforma en mujer lobo, Adele podría ser cualquiera de nosotros. A la película se la podría acusar de no contar ningún hecho extraordinario, pero esa es precisamente su virtud. Si lo que buscan es una gran hazaña pueden apostar por el Capitán Phillips.

Como testigos de su intimidad leeremos en imágenes las páginas de su diario y viviremos su despertar sentimental y sexual. Esto incluye las escenas de sexo explícito más realistas y auténticas jamás filmadas. La primera de ellas es un gran ejemplo de lo que suele ser esa primera vez, posiblemente la mejor pérdida de la virginidad de la historia del cine. Lo siento por todas esas pelis de baile de fin de curso y pim pam pum.

La vida de Adele beso

Las actrices están espectaculares, en especial la protagonista Adèle Exarchopoulos, sencillamente antológica. Si no la vemos recogiendo el oscar será un clarísimo #RoboaAdele. Desprende realidad en cada gesto, en cada impulso, en cada lágrima.

Sobre su excesivo metraje comentar que no se me hizo cuesta arriba. Incluso da la impresión de que La Vida de Adele da para una versión extendida, puesto que deja a personajes y situaciones al margen del metraje. Se centra en su protagonista dejando de lado las vidas paralelas.

Pero no os penseis que estamos ante un simple despertar, en la película también hay drama, y dolor, mucho dolor, acompañado de desesperación. El no saber que hacer cuando las cosas se ponen cuesta arriba es otro de los rasgos típicos de la adolescencia, sinónimo de inexperiencia. Y es que cuando las cosas van bien, por desgracia, nadie te explica que después pueden ir mal, y que del primer golpe cuesta más levantarse. Por suerte Kechiche lo ameniza haciendo bailar a Adele, especialmente entrañable en este apartado. Sin demasiado ritmo, a veces con alegría, otras con tristeza, pero siempre dispuesta a bailar. Que es la adolescencia si no una época de baile continuo. De los temas que aparecen en la película seguramente recordareis este: «I follow rivers», de la sueca Lykke Li.

Desconfiad de las críticas que se centren su discurso en la homosexualidad. Huíd de las que utilicen la palabra bolleras. Adele habla de dudas, de una búsqueda de la identidad sexual, pero no es una película de cine gay, ni por ni para homosexuales, es simplemente una historia de amor.

Incidencias durante el metraje:

Abandonaron la sala una decena de personas. Un anciano se hinchó a reir durante la ya célebre escena de sexo lésbico de diez minutos. Acto seguido se marchó del cine. Una señora decidió compartir su crítica con el resto de asistentes al dejar el cine con un sonoro… “Qué coñazo”.  A pesar de esto, La vida de Adele es una obra incontestable.

Looper en 8 bit

Looper pasará a la historia como una de las películas imprescindibles del subgénero de viajes en el tiempo. De estrenarse un par de décadas antes posiblemente hubieramos disfrutado de una adaptación jugable para la NES de Nintendo o la Master System de Sega. Navegando por youtube me he encontrado con esta hipotética adaptación. Dan ganas de jugarla. Ante esta imposibilidad aún estais a tiempo de disfrutar de la que nosotros valoramos en nuestra lista como la segunda mejor película de 2012.

Un Oscar para Barkhad Abdi, el Jack Sparrow de nuestro tiempo

Barkhad Abdi merece el oscar por Capitán Phillips

Se llama Barkhad Abdi, y hace su debut en el cine en Capitán Phillips. Interpreta a Muse, uno de los piratas del filme. El director, Paul Greengrass, lo reclutó entre la población somalí de Minneapolis para darle la réplica nada menos que a Tom Hanks. Abdi no se amilana. Tras pronunciar su célebre «Ahora yo capitán» se hace con el mando del buque portacontenedores Maersk y también con el de la película.

Su aspecto y esa sensación de no tener nada que perder genera terror. En sus ojos vemos las atroces consecuencias de la globalización, del hambre, de la desesperación. Su presencia habla. Puede que Hanks se lleve (merecidamente) la gloria y los titulares, pero el mundo no debe olvidar a Abdi. Tampoco la Academia. Desde La Vaca de Twister pedimos un Oscar para Barkhad Abdi.

los piratas de Capitán Phillips

Aquí le vemos junto a su «banda de rock». Estamos ante el Jack Sparrow de nuestro tiempo.

Lincoln: Un Lincoñazo

lincoln montado a caballo daniel day lewis

Me gusta el cine histórico. Me gusta el cine político. Me gusta Daniel Day Lewis. Lincoln tenía buenas cartas. Lástima que este episodio nacional de Spielberg se convierta en una lucha a muerte por mantener la vigilia. Y no lo digo yo, lo dice la Organización Mundial de la salud, que ha obligado a incluir en la edición doméstica este mensaje: «Advertencia: Esta película produce somnolencia».

La película cuenta la lucha diplomática del Presidente para sacar adelante la decimotercera enmienda, que a la postre convertiría a los esclavos en hombres libres. Lincoln es cine de despachos, de trastienda política. En un escenario de guerra, el presidente americano tiró de corrupción (votos a cambio de un puesto de trabajo mejor) para sacar adelante la enmienda. Es uno de esos casos en los que el fin justifica los medios.

¿Donde está el error? Sin duda en los primeros minutos. Spielberg pretende meternos en el nudo sin una introducción que de pie al conjunto. El espectador comenzará desorientado, como si se hubiera perdido el primer día de una de esas miniseries de dos capítulos y pasara directamente a Lincoln: El desenlace. Esto convierte a su primera hora en una oda al bostezo. Es dificil no caer en las garras de Morfeo, por mucho que intentemos agarrarnos a la notable dirección artística o al vestuario, en el que por cierto hay más chisteras que en la boda de Fran Rivera.

Tommy Lee Jones en Lincoln

Lincoln tiene una gran media hora, entre los minutos 90 y 120, pero a esas alturas ya es demasiado tarde, además pasado ese tramo la película regresa al tedio. Es una pena que ese mediometraje político se ahogue víctima del naufragio general.

Spielberg intenta por todos los medios dar épica y brillo a su protagonista, pero no consigue que Lincoln empatice con el espectador. Sus largos parlamentos me han recordado a las ruedas de prensa de Marcelo Bielsa. Uso y abuso de la metáfora e inclusión de vivencias que convierten a la película en un anecdotario.

Daniel Day Lewis no consigue brillar. Prueba de ello es que más que a Lincoln vemos a  Day Lewis disfrazado. Que esa sensación no desaparezca convierte su interpretación en un fracaso. Sin duda ha sido el oscar más barato de los tres que tiene el actor. He leido que el presidente era bastante afeminado. Spielberg deja esa variable fuera del conjunto.

daniel day Lewis sentado en Lincoln

Por suerte entre los secundarios se encuentra Tommy Lee Jones, que defiende con brillo a un gran personaje. Lo mejor del conjunto. Sería injusto no destacar también a Sally Field, que realiza un interesante trabajo.

Esperemos que Spielberg pueda recuperar la grandeza perdida en los últimos años y ofrecernos algo más que oficio. De su última etapa me quedaría con la brillante narración de Munich. Ese es el mínimo que hay que exigirle a este director, uno de los grandes del cine.

Dolor y dinero: Tres tontos muy tontos

Michael Bay ha aportado grandes cosas al cine. Y cuando hablo de grandes no hablo de calidad, si no de magnitud. Blockbuster es su segundo apellido. El director se ganó un sitio en los 90 sentando las bases del nuevo cine de acción. Dirigió tres títulos consecutivos de este género y de calidad destacable que consiguieron romper las taquillas de la época: Dos policías rebeldes (1995), La Roca (1996) y Armaggedon (1998). La segunda es junto a Jungla de Cristal III: La venganza, la mejor película de acción de la década.

La borrachera de éxito le llevó a creerse James Cameron y afrontar un nuevo Titanic encubierto bajo el nombre de Pearl Harbor, que resultó a la postre un estrepitoso fracaso de crítica y público. De ahí que decidiera recurrir a la semilla de su éxito con la pasable secuela de dos policias rebeldes. Tras ella intentó hacerse el Paul Verhoeven en una realidad distópica adaptando La Isla, que funcionó bien en taquilla pero no aportó nada al género, salvo unas cuantas escenas de Scarlett Johansson en todo su esplendor y HD.

Por suerte recuperó la chispa con la primera entrega de Transformers. Un producto bien montado y de calidad razonable, que desgraciadamente ha padecido dos míseras secuelas que también figuran bajo la firma Bay. Y ese es el peor error de su cine, limitarse en ocasiones a fabricar el producto.

Dwayne johnson la roca dolor y dinero

Con su carrera en clara decadencia pega un volantazo que deja a los FX fuera de la ecuación en Dolor y dinero, la historia de tres ratas de gimnasio que toman la vía del crimen como atajo para cumplir el sueño americano. ¿Su plan? Secuestrar a un millonario para desplumarle y quedarse con toda su fortuna. Hasta aquí todo bien, si no fuera porque los musculosos protagonistas sumar un cerebro entre los tres, por lo que las decisiones que adoptan son ridículas en su mayor parte, pero eso ya lo dejo que lo comprobeis por vosotros mismos. Aquí como sabeis no incluimos ningún spoiler, de hecho estamos convencidos que spoiler es una raza de perro.

Lo que más nos llama la atención de este rocambolesco relato es que está basado en un suceso real que fue recogido en un artículo del Miami New Times. Incluso Bay se toma la licencia de recordárnoslo con un rótulo de vez en cuando. No es para menos, Dolor y dinero es en suma una gran recopilación de WTF’s.

Bay deja la sutilidad a un lado para ir de frente contra el sueño americano y todos los que nos venden la moto. Refleja con nitidez toda la superficialidad made in USA, y lo hace retratando a un estereotipo de Hércules con la cabeza hueca. Nadie mejor que un director de cine superficial para criticarlo. En ocasiones parece una película autoparódica del propio cine de Bay. Sería muy fácil hacer la crítica desde un sello independiente a lo Korine, pero en esta ocasión se hace desde un gran estudio, desde el imperio de Hollywood, y eso siempre tiene más mérito.

Tony shalhoub en dolor y dinero

El apartado interpretativo está liderado por unos mastodónticos Mark Whalberg y Dwayne Johnson. Sobre todo es La roca el que brilla con luz propia, gracias a su simpático personaje de Delincuente religioso. Con él se alcanza el esplendor cómico. Otro que merece mención especial es Tony «Monk» Shalhoub, descacharrante en su papel de judio cabrón.

Que nadie se engañe, aunque la portada del filme pueda llevar a pensar que estamos antes el enésimo título de acción, Dolor y dinero es una comedia surrealista. Pero tranquilos, que también hay dosis de disparos y violencia. La imagen y el estilo de producción no pierde el sello Bay. La banda sonora mantiene el tono fílmico tirando de hits como el main theme de Mentes peligrosas. Gran acompañamiento. Puedo afirmar también que los 130 minutos de metraje no pesan. La acción se pasa volando y los buenos momentos están bien repartidos entre introducción, nudo y desenlace.

Las primera críticas y los discretos resultados en taquilla hacen pensar que Dolor y dinero está aún por descubir. Creedme cuando os digo que con el tiempo se la valorará en su justa medida como lo que es… No solo un gran entretenimiento, también una gran película. Además se trata de una historia con personajes de altura. Tres tontos muy tontos a los que nos les cuesta nada meterse al espectador en el bolsillo.

dolor y dinero trio

Y de propina nos deja una cita para la historia del cine… «My name is Daniel Lugo and I believe in fitness»

Calidad de la leche: Leche proteínica.

El ministro Wert participó en la versión cinematográfica de Super Mario Bros

wert mario bros

Que gran película Super Mario Bros… Tranquilos, es broma. Recuerdo que fui a verla cuando tenía unos 9 años, y recuerdo que en aquella época ya tenía criterio para decir «Vaya puta mierda». Ahora bien, lo que no recordaba era el papel de Wert en la película, que interpreta a uno de los esbirros del Rey Koopa. Pues eso, más o menos lo que hace ahora…

Gravity: Gravitillazo

Sandra Bullock y George Clooney en Gravity

Gravity ha aterrizado en la cartelera avalada por crítica y público. Su cartel presume de ello, y la vende como la revolución del cine. Las quinielas la colocan como la favorita en la noche de los Oscar. Acudo entusiasmado al cine, pero… ¿Qué hay de cierto en todo esto?

Se encienden las luces, termina Gravity, el último gran timo de Hollywood. Aunque esto que digo se podría calificar como una media verdad. Vayamos a sus méritos, todos ellos ubicados en el apartado técnico. En efecto la película puede presumir de contar con uno de los mejores usos del 3D hasta la fecha. En los mejores momentos la película consigue sacarnos del planeta y acercarnos a las sensaciones de un astronauta, y sin duda esto es decir mucho. Aunque es quizá el exceso de algunas secuencias de objetos flotantes el que nos devuelve a la tierra. A veces parece que van a salir rótulos indicando «película en tres dimensiones». Esto acaba con cualquier atisbo de naturalidad. Para la versión 2D deberían eliminar todas estas tomas de exhibición, lo que convertiría al filme en un cortometraje.

Y es que Gravity podría limitarse a proyectar sus mejores momentos en una nave-simulador de Futuroscope, pero no hay mucho más allá. Si detrás de Avatar encontrábamos una simple película de indios y vaqueros, detrás de Gravity hay una previsible historia de superación personal aderezada con fuegos artificiales. Una de sobremesa de Antena 3 expulsada de tierra firme. El partido entre el como y el que es un España-Malta. Apenas encontramos nada reseñable en el argumento. Es de esas películas con las que basta leer su storyline. La trama huye de cualquier complicación para ofrecer un producto de consumo fácil y digestión rápida. Vamos, que nadie se asuste, que aquí no hay que pensar, para eso ya está 2001: Una odisea en el espacio.

sandra bullock en gravity

Los personajes no ayudan. No se puede decir que los actores no cumplan con su trabajo, pero es imposible empatizar con personajes planos como el de la Bullock, y eso que a mi Sandra me cae bien. Por momentos deseas que su oxigeno se acabe, que un meteorito se la lleve o que se pierda en lo más profundo del espacio exterior. Y el astronauta al que da vida Clooney tampoco lo arregla. Parece que en cualquier momento va a entrar en la cápsula espacial con una cápsula de Nespreso. Si, he repetido la palabra cápsula. Ahora lo entiendo todo… la cápsula rusa de la película quizá sea de Nespreso, bueno de la versión rusa, Nespresov.

Sí, cuesta levantar un artículo después de una línea tan desafortunada, no os voy a engañar. Vayamos a las líneas de diálogo. Nada nuevo bajo el sol… pero hablando del sol me quedo con una cita épica del personaje de Clooney. «You should see the sun on the Ganges…». Sería un buen resumen de lo que es Gravity, una película que nos enseña una nueva perspectiva del mundo, pero que no lo cambia.

Brujas y hombres y viceversa

beso entre mario casas y hugo silva en las brujas de zugarramurdi

Alex De la Iglesia recurre en su última película a una fórmula de la que han tirado muchas bandas de rock en decadencia a lo largo de la historia de la música: Volver a los orígenes, a sonar como en sus primeros discos. Y lo cierto es que al director bilbaino le ha salido bien la jugada. Si en El día de la bestia el padre Berriartua se desplazaba a Madrid para luchar contra el mal convirtiendose en un pecador, en Las brujas de Zugarramurdi son dos pecadores (Hugo Silva y Mario Casas) los que realizan el camino de vuelta desde la capital de España para acabar en Zugarramurdi, donde de nuevo el mal puede ser resucitado. Aunque no se trata de un viaje de ocio, sino de una fuga tras un robo en un compro Oro de la mismísima Puerta del Sol.

El director no se ha olvidado del actual contexto de crisis. Todos los personajes, cada uno a su manera, parecen estar afectados por la actual situación económica. El inicio recuerda a la reciente El mundo es nuestro, aunque los cofrades son esta vez Jesucristo, un soldadito de juguete, El hombre invisible, un Mickey Mouse de Serie B y Bob Esponja. Lo hace por segunda película consecutiva, puesto que la trama de La chispa de la vida también hablaba de medidas desesperadas para abandonar este panorama. De la Iglesia demuestra ser un creador comprometido, aunque sin llegar a convertir en martires a sus personajes, puesto que ninguno está libre de pecado.

Otra de la temática sobre la que versa la película es la eterna guerra de sexos. De hecho se podría decir que las catastróficas desdichas de los protagonistas son consecuencia de una mala gestión de las relaciones. Y es que la crisis no se puede colocar de excusa para todos los problemas de este siglo. Mujeres brujas, hombres tontos… Todos condenados a entenderse.

Hugo silva haciendo de Jesucristo en las brujas de zugarramurdi

Las brujas de Zugarramurdi es una borrachera de referencias, propias y ajenas. No recuerdo tantas juntas en una sola película española. Por mi cabeza pasaron REC 3: Génesis (De nuevo Bob Esponja), Braindead (Hay algo muy parecido a la versión gigante de la madre), El dia de la bestia (El final tiene varios paralelismos), The lords of Salem (He visto a las vecinas encarnadas por Segura y Areces), Los Renegados del diablo (El personaje de Botet recuerdo al deforme de la familia de los mil cadáveres), Acción mutante (He visto a Carmen Maura hablándole a la masa como si fuera Ramón Yarritu), 28 semanas después (He visto a brujas correr en masa sobre verdes prados), Se lo que hicisteis el último verano (He visto un atropello en una carretera secundaria y como desaparecía el cuerpo), The wicker man… Podría seguir.

Tampoco es discutible la visión comercial del director, que involucra en la película a Mario Casas y Hugo Silva consciente de que esto también se trata de llevar público a las salas. Ambos cumplen con creces, y más si nos atenemos a las previsiones. En especial Casas brilla con esplendor gracias a un personaje hecho a medida. Para mi, debería estar al menos entre los finalistas al Goya. De lo mejor de la película. Muchos ya se estarán dando de baja en el club antimariocasas.

Álex recupera además otra de sus grandes virtudes: Los personajes secundarios. Terele Pávez está sobresaliente. Cada vez que habla sube el pan y se rentabiliza nuestra entrada. También destaca el papel de Enrique Villén haciendo de hermano inadaptado socialmente. Su «Arma Tiro Pum» acojona. Entre los cameos me quedo con el de Gargantua.

Macarena gomez en las brujas de zugarramurdi

De la Iglesia no se olvida de la música. Ya hablamos en un artículo anterior de sus momentazos musicales. A ese repertorio podríamos sumar el ya histórico Baga Biga Higa que suena en todo su esplendor durante el Akelarre. El mejor homenaje que le ha dado el cine al gran Mikel Laboa. En los títulos de crédito repite la formula que tan buenos resultados le otorgó en Balada triste de trompeta. De nuevo un acierto.

Más que ante una película redonda estamos ante un gran acontecimiento cinéfilo. Hay calidad, hay ritmo, hay diversión, hay chispa, pero también hay pasajes irregulares: Momentos en los que se agota el chiste. Aún así, sus imperfecciones no la penalizan, puesto que los aciertos están muy por encima de los fallos, y algunos de estos tienen su encanto. De otro modo no se podría haber convertido el Akelarre final en una puta locura, y esa sensación de estar ante una puta locura nos encanta.

Esperamos ansiosos el próximo proyecto del director bilbaino, que a pesar de La chispa de la vida, ha recuperado terreno y está de nuevo en la senda que marcó Balada triste de trompeta. El cine español necesita a muchos Álex De la Iglesia para sobrevivir.