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El Erasmus de Elijah Wood: Ranking de sus películas europeas

Elijah Wood es uno de esos actores facilmente reconocibles 1) por sus callos en los pies después de patearse toda la tierra media y 2) Por su eterna cara de niño, que conserva a sus 78 años. La sombra de Frodo es alargada, y más en la meca del cine. Nada mejor para alejarse de su personaje que probar en la filmografía europea. Hemos hecho un ranking con las películas de su particular Erasmus. Aquí los resultados:

5. Open Windows (España)

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Elijah Wood da vida a Enjuto Mojamuto en este thriller informático en tiempos del Smartphone. Película fallida que es víctima de su ansia por rizar el rizo.

4. Grand Piano (España)

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En esta ocasión Elijah interpreta a un pianista obligado a no fallar ni una sola nota de una partitura casi imposible de ejecutar. Un francotirador se encargará de recordárselo durante todo un concierto. Entretenimiento con estilo y con el tono desenfadado del que carecía Open Windows. Un buen pasarratos.

3. Los crímenes de Oxford (España)

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En esta ocasión Elijah encarna a un estudiante americano en Oxford. Se alineará con un profesor de lógica para resolver una serie de misteriosos crímenes. Os he tenido que recordar de que iba porque solo os acordais de Leonor Watling cocinando spaguettis con/sin delantal. Obra menor de De la Iglesia pero entretenida película. Ayuda la impresinante partitura del compositor Roque Baños.

2. Hooligans (Reino Unido)

Elijah Wood Films 'Hooligans' in England

Esta vez es una explusión de Harvard lo que lleva a Elijah Wood a Inglaterra. El hermano del marido de su hermana, ultra del West Ham United, será el vehículo para convertirse en ultra del futbol. Pensaba que lo que iba a ver era una English history X, pero no hay nada de eso aquí. El director Lexi Alexander se ahorra moralina y discursos para mostrarnos hechos. Una historia de violencia sin grandes pretensiones, pero con una gran capacidad para entretener.

1. Maniac (Francia)

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Un Slasher a lo Drive. Brutal Elijah Wood en plano subjetivo degollando por la causa en este remake del original dirigido por William Lustig en 1980. Para mi, nunca estuvo mejor. Gran  trabajo del director Franck Khalfoun escudado en la producción por el imprescindible Alexandre Aja. La vena de rarito psicópata, lo mejor del Erasmos de Wood. No intenten hacer esto en su casa.

 

Open Windows: La ventana discreta

Había ganas de ver Open Windows. Sigo a Nacho Vigalondo desde que vi en un FANT de hace una década sus lecciones de cine, en las que veíamos por ejemplo el efecto de una batbola del Todo a cien al ser lanzada contra una vaca. Sus cortos de Código 7 o 7:35 de la mañana me fascinaron. Las expectativas eran altas, pero su debut cinematográfico, Los cronocrímenes, estuvo por encima de ellas. Una de las mejores películas de viajes en el tiempo jamás realizadas. Disfrutamos también Extraterrestre, su segundo largo. Las primeras críticas de Open Windows, algunas negativas, no me echaron atrás.

La premisa era buena. Un fan (Elijah Wood) consigue el premio de cenar con su actriz favorita (Sasha Grey). Antes de la cita aceptará una videoconferencia con un tipo que le propondrá abrir ventanas para espiar a la actriz. A partir de ahí la acción se desarrollará a través del portatil.

Y ahora es cuando tengo que dar mi valoración. No hay practicamente nada salvable en Open Windows, quizá esos primeros minutos de cine dentro del cine, que sorprenden desde el absurdo. El problema reside en el guión. Quizá la «forma» ha hecho que Vigalondo olvide algo básico: La trama. Y a decir verdad, la forma tampoco me ha parecido nada del otro mundo.

Esperaba algo más rompedor, pero Vigalondo decide decantarse por el portatil en plena época del Smartphone, lo cual hace que no todo resulte tan novedoso como pretende. La cámara se mueve de ventana a ventana con movimientos a veces algo bruscos. Esperaba un recurso más elaborado que la cámara grabando una pantalla, cual capturador de video.

Los personajes no ayudan, más bien todo lo contrario. Wood y Grey están pintados con brocha gorda, y carecen de una simpatía que les haga conectar con el público. Eso provoca que su vida no nos preocupe demasiado, y en un escenario que no me importa si viven o mueren es muy dificil crear tensión. Por desgracia, a la función se suma un trio hacker que me ha sacado totalmente de la película. Si bien nos movemos en la ficción se echa de menos unos mínimos de verosimilitud. Bastaba con un buen asesoramiento hacker a la hora de escribir el guión. El trio fan-estrella-psicópata era más que suficiente.

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Si aún no te has ido de la película con las incongruencias tecnológicas aún queda lo mejor. La trama se decanta por los giros, y lo que parecía una curva pronto se convertirá en el Dragon Khan. Extraños movimientos argumentales en su parte final que más que sorprender acaban dinamitando lo poco conseguido. No entiendo como alguien no paró los pies a Vigalondo al leer el guión. Un «Nacho, se te está yendo de las manos» hubiera bastado.

Trance de Danny Boyle, es un antecedente reciente de el exceso de giros, de querer rizar el rizo, solo que la dirección artística de Boyle funciona mucho mejor que el frio universo de Open Windows. También se echa en falta un poco de humor que haga más llevadero el trago, porque el conjunto resulta demasiado serio. Quizá llevándola hacia la comedia hubiera funcionado.

En definitiva, estamos ante una de las peores películas de lo que va de 2014. Quizá Vigalondo se ha salvado de la quema porque es un tipo que suele caer simpático, pero si la llega a dirigir un Michael Smith o un Juan Sánchez sin antecedentes, seguramente le habrían masacrado. Esperemos que recupere el rumbo en una carrera que hasta ahora era impecable.

 

Maniac: Como ser el hijo de puta de Elijah Wood

Maniac se ha hecho con total merecimiento con el Premio al Mejor largometraje de la Sección Oficial en el 19º FANT, Festival de Cine Fantástico de Bilbao. La película de Franck Khalfoun (Parking 2) remakea al clásico Slasher de 1980 dirigido por William Lustig en el que un psycokiller asesina mujeres para embellecer sus maniquís.

Khalfoun no está solo. Alexandre Aja le respalda en el guión y en la producción, y eso se nota y mucho. No obstante Aja se encuentra sentado en el trono del terror actual. Ha demostrado su buen hacer con productos propios (Alta tensión) o ajenos (los remakes de Las colinas tienen ojos o Piraña).

Si algo coloca a Maniac por encima de la media del horror actual es su ambientación. Recuerda por momentos al estilo Drive gracias al retrato al volante de una ciudad, acompañado por la excelente banda sonora de Rob, un Kavinsky por momentos. También me vino a la cabeza el retrato urbano que se hace en Shame, el descenso a los infiernos de Michael Fassbender.

La otra carta ganadora de la película es el uso de la cámara en primera persona. Aquí debemos alejarnos del cine y afirmar que su principal fuente es Smack my bitch up, el excelso videoclip del temazo de Prodigy dirigido por Jonas Akerlund.

Los ojos de la cámara son los de su protagonista, un Elijah Wood en estado de gracia que tiene más que ver con Frodo que con Gollum. Da gusto viajar por la noche en la piel de este desequilibrado con trauma infantil que posee en su casa un auténtico museo del horror. En ocasiones parece un remake mezquino de otro título que también vimos hace unas temporadas en el FANT: Lars y una chica de verdad, en el que Ryan Gosling se enamoraba de una muñeca hinchable.

Otra de las películas que tienen parentesco con este Maniac es sin duda El fotógrafo del pánico, por eso de los traumas infantiles y del morbo de ver las cosas desde una cámara, en este caso la de los ojos de Elijah.

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Los asistentes a la proyección de la película en la sección del lunes noche del FANT aplaudieron entusiastas las primeras cuchilladas de nuestro psycokiller. Es todo lo que un buen espectador de FANT quiere ver: Horror y momentos gore de altura, y además con un gran look. Así de gusto.