¡Al fin una película de supervivencia en la que el espectador no sufre hasta vomitar sangre! Esa es mi primera reflexión tras salir del cine de ver Marte (The Martian), todo un acierto de Ridley Scott. Este tipo de cine suele basarse en que el espectador las pase putas. Por suerte, The Martian apuesta por la diversión sin complejos, entretenimiento además de primera calidad.
The Martian nos cuenta la historia de Mark Watney, un astronauta especializado en botánica que es dado por muerto erroneamente en el planeta rojo. Watney se las apañará para sobrevivir convirtiendose en un auténtico Juan Palomo espacial mientras en la tierra se estudia la posibilidad de traerle de vuelta.
Las dos horas y media que dura la película pasan como un suspiro. Todo encaja, desde la acertada fotografía marciana al ágil trabajo en la sala de montaje, amenizado por una banda sonora repleta de éxitos de la música disco. Otro tanto más a favor, cuando lo obvio hubiera sido añadir una partitura tensionista del palo «vamos a vomir todos».
Muchos hijos del cine de autor acusan a The Martian de ser un producto, condición que la película asume sin ningún tipo de complejo. En la época de la trascendencia, Marte se quita peso para que disfrutemos del «Qué», y el «qué» es mucho «qué». El uso del humor también funciona.
Hay que aplaudir el gran trabajo de Matt Damon, que triunfa en un papel sobre el que recae la posibilidad de éxito de la película. Damon está mejor que nunca. Ni desatado ni comedido. Una interpretación que se apoya en el vitalismo apartando el drama. A mi juicio merece como mínimo una nominación al oscar, aunque seguramente la vena comercial de la película le aleje de la carrera por la estatuilla. En realidad todo el casting resulta encantador, desde la Chastain a Ejiofor. Lo cual nos ayuda aún más a empatizar con la película.
Cierto es que la personalidad de Ridley Scott está menos marcada en esta cinta que en trabajos como la reciente Exodus o en Prometheus, lo que tratándose de una adaptación literaria hay que tomarlo como algo positivo. Recordaremos Marte como la mejor película sobre el planeta rojo hasta la fecha. Una cinta de aventura con vocación de clásico.