La noche del virgen: Pagafantas hardcore

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La noche del virgen empieza con una parodia de las campanadas de La 1 en la que Ignatius Farray, ‘capado’ para la ocasión, encarna a Ramón García. Paralelamente, en un disco-pub comienza la siempre decadente celebración de la nochevieja. Es ahí donde conocemos a Nico, un ‘loser in da dancefloor’ interpretado magistralmente por Javier Bódalo. Sus ganas de estrenarse en el golf casero le llevarán a una sucursal terrestre del infierno.

La opera prima de Roberto San Sebastián comienza como una efectiva comedia, como una prima guarrilla del Pagafantas de Borja Cobeaga. Chico busca chica desesperadamente, y se topa con madura misteriosa dispuesta a todo. Las carcajadas de la sala confirman que la fórmula funciona (Mención especial a los momentos del whatsapp de Nico). La pena es que cuando la película baja al barro y saca su vena más escatológica todo se frena en seco.

El problema es el que es. Uno del que ya os hemos hablado en alguna ocasión: El efecto Jes Extender, que debe su nombre al célebre alargador de pene de la teletienda. Esta técnica intenta mostrar tanto las virtudes de la película que éstas acaban volviéndose en su contra.  Lo que es divertido en segundos se hace pesado cuando supera el minuto. Como ejemplo la escena de la sokatira umbilical, alargada hasta la extenuación.

Esto genera a su vez que a la película le cueste respirar en espacio cerrado. Tan solo la ventana parece quitarle opresión al conjunto con divertidas escenas que parecen sacadas de la pensión de El día de la bestia. Los directores Juanfer Andrés y Esteban Roel solucionaron bastante mejor la papeleta de interiores en la también opresiva ‘Musarañas’.

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A pesar de este problema originado por el montaje, La noche del virgen tiene su punto. En sus mejores golpes la película de Roberto San Sebastián tiene algo del Peter jackson primerizo, mezclado con el primer De la Iglesia. No parece casual que ese neonato final parezca primo del peque de Braindead. También son dignos de mención los curiosos FX, más si cabe tratándose de una cinta Low Cost.

En el apartado interpretativo destaca la pareja protagonista (Javier Bódalo y Miriam Martín), que logra una extraña química. Bódalo aguanta estoicamente las secuencias más salvajes de la película. En cambio, es difícil encontrar explicación a la inclusión de un personaje como el de Araña, interpretado por Victor Amilibia. Un personaje machacante que solo parece estorbar, y cuya caracterización de ‘heavy de palo’ resulta poco creíble.

Lo mejor: El momento musical «Rata de dos patas». MUY TOP.

Lo peor: Su empecinamiento por alargarlo todo.

Reacciones del público

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El siempre interactivo público de la Semana de Terror de Donostia se entregó de manera entusiasta en la parte inicial y rajó de lo lindo en la segunda mitad. Quizá le pasó factura a La noche del virgen esa presentación tan rojiblanca y provocadora ante el nada futbolero público del festival. Esto provocó que hacia el final se sucedieran los comentarios sobre el origen bilbaino de la película. Las partes más gore fueron recibidas con aplausos.

*Los respondables de la película tuvieron el detalle de repartir condones y caretas del prota a la entrada de la sesión. La pena es que no aprovecharan la ocasión para sacar un fotón con cientos de Bódalos en las butacas del Principal. 

Teaser de la película:

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