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Ich seh, Ich seh (Goodnight Mommy): Los gemelos golpean dos veces

Tres actores y una casa, ese es el pilar en el que sustenta la austriaca Ich seh, Ich seh, con título inglés Goodnight Mommy, una de las mejores películas que ha pasado por la sección oficial del FANT en su 21ª edición.

La historia nos presenta a dos infantes gemelos, que viven con su madre en una viviendo de lujo. Los niños perderán toda la dulzura propia de su temprana edad cuando empiezan a sospechar que alguien está suplantando a su progenitora. A partir de ahí asistiremos a una versión mini de Funny Games. Si La Voz o Master Chef tienen su versión kids… ¿Por qué no iba a tener una alternativa infantil el clasicazo de Haneke?

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Este MiniMisery también presenta algunas trampas argumentales, que pronto descubrí gracias a la astucia de mi colega del blog Sesión cinéfila. A pesar de destapar pronto uno de los secretos que guarda la película, seguí con interés todo el desarrollo, y disfruté con los juegos de estos pequeños satanases. Los gritos de estupor del personal ante algunas de las prácticas de estos encantadores niños me hizo ver que toda la sala estaba muy metida en esa casa, lo que considero todo un mérito.

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Dicen que es dificil trabajar con niños, pero lo que consiguen los directores Severin Fiala y Veronika Franz es simplemente extraordinario. Han sacado oro puro de los dos ñiños de la película, los gemelos Elias y Lukas Schwarz, que están sublimes.

La película cuenta además con una gran realización. Todo avanza despacio, pero con gran intensidad, como una canción de doom metal. Quizá lo peor de la misma sea un desenlace que ya hemos visto en alguna que otra película, que no nombraré para no dar pistas. Por suerte, en lo formal la cinta cuenta con un plano final que me ha parecido antológico. Y ojo a la escena que patrocina Loctite, crudísima y estupendamente filmada. El sufrimiento está asegurado.

Lo mejor: Los jóvenes intérpretes.

Lo peor: Este terreno argumental ya lo pisaron otros antes.