Tras la inauguración con Pieles, llegó el momento de mostrar el estado del cine vasco de género. El FANT en corto vasco es una gran oportunidad de detectar el talento que viene.
Bestealdetik, de Mar González Ruiz de Larramendi ·
Empieza como una película de terror en cabaña, pero Bestealdetik es un auténtico poema en imágenes. Más cerca de la lírica que de la prosa. Una gran reflexión sobre el peso del tiempo y el inevitable final. Mikel Laboa remata la jugada.
Decorado, de Alberto Vázquez
Estuvimos hace unos meses en la Semana de Terror de Donosti. El desatado público del Festival gritaba en alto Decorado en cada una de las películas. Ahora lo entendemos todo. Decorado es ya una obra magna de la animación absurda. Una auténtica joya.
Nunca pasa nada, de Javier Prieto
Nunca pasa nada recorre la cola del INEM con una técnica de animación cercana a la de Waking life y A Scanner Darkly de Linkater. Corto de tiempos de crisis, de como vemos la vida pasar sin que nada cambie. Mención especial a su potente banda sonora.
Ihesa, de Alejandro Díaz Castaño
Empieza como terror con invasión casera, pero no nos muestra hasta el final su verdadera naturaleza. Un trabajo que invita a cierta reflexión y con el que no cuesta demasiado empatizar. Que dura es la rutina.
Bright lights, de María Zabala
Más que un cortometraje, un buen videoclip para el tema Molly & Pete de Belako. Funciona a nivel estético, pero su guión no está a la altura de las imágenes.
Precious Moments, de Asier Iza
El cortometraje de la noche. Comienza con tono cómico en uno de esos picaderos de carretera secundaria, después se pasa al lado inquietante. El resultado final parece cómico, pero pasados unos minutos te das cuenta de que has visto algo terrorífico. Una original vuelta de tuerca al Christine de Stephen king.
Si la oscuridad nos lleva, de Mikel R. Alonso
Estamos ante un microretrato de asesino comprimido en un ZIP. Su ambientación resulta inquietante. (Muy) Breve, pero intenso.
Villa Mnemósine, de Rubén Salazar
El corto de más presupuesto de la lista (O eso creemos por su diseño de producción). Una interesante idea que llama a la reflexión. Tiene calidad, pero el FANT no era su lugar.
Ulises, de Aitor Gutiérrez
Una de las sorpresas de la noche. Un hombre llega a un hotel para ser varios hombres. Un interesante juego de rol cómico para un solo jugador. Si habría un premio al Mejor Actor de este FANT en Corto sería sin duda para Kandido Uranga. Sencillamente lo borda. Además, el cortometraje sirve de homenaje a la profesión de actor
Extático, de Azahara Gómez
Cortometraje en plano tarantiniano sobre dos guardias forestales y un cadáver. Una vez más, homo homini lupus est. La sorpresa no es tal, y la sangre final resulta demasiado artificial.
Jules D., de Norma Vila
Empieza tan bien que acaba decepcionando al elegir la vía más ‘gótica’ del relato Un canto de amor a Drácula con un gran look y una dirección prometedora. Lástima que el ‘Qué’ no esté a la altura del ‘Cómo’.